Una manera sorprendente de afrontar el cambio en el trabajo y en la vida privada.
* Los planes mejor trazados de hombres y ratones suelen salir mal.
* La vida no es ningún pasillo recto y fácil que recorremos libres y sin obstáculos,
sino un laberinto de pasadizos, en el que tenemos que buscar nuestro camino,
perdidos y confusos, detenidos de vez en cuando, por un callejón sin salida.
* Pero si tenemos fe, siempre se abre una puerta ante nosotros; que quizá no sea lo
que imaginamos, pero sí será, finalmente, la que demuestre ser buena para
nosotros.
Lo simple y lo complejo
Partes simples y complejas de nosotros mismos, independientemente de nuestra edad, sexo, raza o nacionalidad.
* A veces podemos actuar como "fisgón" que fisgona y detecta pronto el cambio.
* O como "escurridizo" que se apresura hacia la acción.
* O como "Hem" que se niega y se resiste al cambio, por temor a que conduzca a algo peor.
* O como "Ham" que aprende adaptarse a tiempo, en cuanto comprende que cambio puede conducir a algo mejor.
Al margen de la parte de nosotros mismos que decidamos utilizar, todos compartimos algo en común:
La necesidad de encontrar nuestro camino en el laberinto y alcanzar éxito en unos tiempos tan cambiantes.
Recorrían el laberinto buscado el queso que los alimentara y los hiciera sentirse felices. Cada día, los ratones y los liliputíenses (Hem y Ham), dedicaban el tiempo en el laberinto a buscar su propio queso especial.
Los ratones( Fisgón y Escurridizo), poseian simples cerebro, pero muy buen instinto.
Los dos liliputienses, utilizaban su cerebro, repleto de convicciones y emociones humanas, para buscar una clase muy diferente de queso, que estaban convecidos, los haria sentirse felices y alcanzar el éxito.
El laberinto estaba compuesto por pasillos y cámaras, algunas de las cuales contenían un queso delicioso, pero también había rincones oscuros y callejones sin salida que no conducian a ninguan parte. Era un lugar donde cualquiera podia perderse con suma facilidad. No obstante, el laberinto contenía secretos que permitian disfrtutar de una vida mejor a los que supieran encontrat su camino.
Fisgón y Escurridizo: utilizaban el sencillo método del tanteo, para encontrar el queso. Recorrían un pasadizo y, si lo encontraban vacia, daban media vuelta y recorrían otro. Recordaban los pasadizos donde no habia queso, y así, pronto comenzaron a explorar nuevas zonas. Se perdieron más de una vez, como no podia ser de otro modo, seguían direcciones equivocadas y a menudo tropezaban con las paredes, pero al cabo de un tiempo encontraron el camino. Establecieron una rutina, levantándose temprano para recorrer cada día el laberinto, siguiendo siempre la misma ruta.
Hem y Ham: utilizaban su capacidad para pensar y aprender de sus experiencias del pasado. No obstante, se fiaban de sus complejos cerebros para desarrollar métodos más sostificados de encontrar el queso. A veces, les salían bien, pero otras ocasiones se dejaban dominar por sus poderosas convicciones y emociones humanas, que nublaban su forma de ver las cosas. Eslo hacia que la vida en el laberinto fuese mucho más complicada y desafiante. Sabían donde estaba el queso y como llegar hasta él. No tenian la menor idea de donde provenia el queso, ni de quién lo ponia alli, simplemente, suponían que estaría donde esperaban que estuviese. Ahora que lo habian encontrado empezaban a sentirse muy cómodos.
A pesar de todo, los cuatro encontraron el camino que estaban buscando. Cada uno con su propia clase de queso.
Hem: ¡ Aqui hay queso suficiente para toda la vida!
Se sentian tan felices; tenían la sensación de haber alcanzado el éxito y creían estar seguros y, no tardaron en considerar que el queso encontrado era de su propiedad, habia tanta reservas que trasladaron sus hogares para estar más cerca y crear su vida social alrededo de ese lugar.
Tener queso nos hace feliz.
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